Soy pura casualidad. Una escala no programada. Un flash. Y aquí estoy casi veinte años después, o incluso más. Mi vida en Londres no fue planeada. Soy como Madonna —sin los millones—. Cada vez que pensamos que está acabada, se reinventa.
Londres puede ser muy solitaria a veces...
El principio fue mucho menos planeado que el hoy. Fue deseado, eso sí, (porque ya había venido tiempo antes como turista huyendo del calor de Buenos Aires) pero, como la realidad suele diferir de nuestros sueños, a la hora de la largada se sucedieron horas de tristeza e incertidumbre.
Should I stay or should I go?
Así este blog nació. Antes que Facebook y en tiempos en los que al momento de hablar de comunicación me conformaba con bastante poco. Dos o tres cartas al año, tal vez. Escritas por alguien, sentidas... Y pensar que antes me molestaba mucho (mucho) que me dijeran que yo escribía un blog. ¿Cómo que un blog? 'Una Señora Web', les respondía. Me parecía que un blog no tenía crédito ni autoridad moral. Ahora lo admito, soy blogger desde el 2001. Moderna, como Madonna...
Pasó el tiempo y yo con él, por lo que tuve la oportunidad de reinventarme varias veces. ¿Qué es la migración sino una maestría en el arte de la reinvención?
Tuve la libertad —y la frescura si me permiten— de encabezar muchas causas, el honor de compartir mi vida con seres que me enseñaron la importancia de aceptar la diferencia y el poder de convicción suficiente como para motivarme e intentar cuanta empresa se me ocurriera.